Gárgolas

7/2/11.

En las cornisas de muchos edificios de estilo gótico sobresalen las figuras de unos seres fantásticos y diabólicos que cumplen la función de desagües dentro del conjunto. Son LAS GÁRGOLAS DE PIEDRA, auténticas obras de arte creadas por la mano del hombre y semejan dragones o serpientes con las fauces abiertas y enormes colmillos salientes. Algunas tienen alas y cuernos, cuerpo de león y escamas de pez. Por el día pueden parecer sólo construcciones arquitectónicas originales y extrañas, pero por la noche su sombra proyecta figuras aterradoras sobre las pareced de los edificios.

En muchas ciudades de Europa, sobre todo en aquellas que tienen una historia macabra de abusos y persecuciones inquisitoriales, cuentan que las gárgolas cobran vida por la noche y salen a saciar su hambre criminal. Dicen que cada vez son más voraces y terribles, y que nutren a diario su odio con el fanatismo de las gentes. Hay quienes afirman que con el paso de los siglos su aspecto se ha vuelto más y más aterrador, de tantos crímenes como han visto cometer a los hombres. Permanecen en silencio y pueden llevar décadas y hasta siglos sin actuar, pero dese la altura de sus cornisas nos están juzgando.

La leyenda de las gárgolas de la Catedral de Nuestra Señora en la ciudad francesa de Ruan no aparece en los libros de historia peo ha sobrevivido de generaciuón en generación gracias a las voces del pueblo, que la recuerdan cada 30 de mayo desde el año 1431. Aquel día, el la plaza del Mercado Viejo de Ruán llevaron a la hoguera a Juana de Arco, que fue acusada de relapsa, es decir, herética reincidente, ya que afirmaba haber oído la vboz de Dios, que le había encomendado salvar Francia durante la Guerra de los Cien Años.

Según sabemos por la tradición popular, aquel día hubo tal exhibición de fanatismo que las gárgolas despertaron y asolaron la ciudad por la noche. Desde las cornisas de la catedral contemplaron el macabro espectáculo de la muerte de una inocente y decidieron vengarla. A la mañana siguiente aparecieron por las calles de Ruán los cadáveres de muchas personas que habían asistido al suplicio de Juana de Arco y que habían disfrutado viendo cómo se quemaba.

2 Comentários:

Carolina dijo...

Vayaaaaaaaaaaaa qué interesante...
¿estaría allí la gárgola de la novela de la Taylor? jaja

Belén dijo...

Creo que no, ya que esas no se transforman en piedra.

 
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